"Odio este domingo híbrido de siempre
me da igual, me da igual"
-Hasta aquí todo (relativamente) bien: un tipo al que no le gustan los domingos, y le producen cierto estado anímico de indiferencia. No se entiende, sin embargo, el apelativo de "híbrido": ¿se trata, acaso, de un domingo medio sábado? ¿O medio martes...?
"Es un beso en la pantalla del autocine
sin gozar, sin gozar"
-Bravo: aunque resulta un poco molesto eso de que diga "Este domingo (...) es un beso..." -porque es una equiparación ramplona, un recurso medio barato-, estas son las mejores dos líneas de la canción. Tienen carnecita y sustancia, y uno se imagina perfectamente al tipo dándose quimbas en cine porque no tiene nada mejor que hacer ese domingo, todo aburrido.
"El ojo de la aguja
la punta de mi lengua
es igual, es igual"
-Problemas. ¿De qué coño hablas, Gustavo? Eso de "el ojo de la aguja" ya suena a delirio bíblico. Y la indiferencia sugerida por la última línea, nidea a qué se refiere. ¿El ojo de la aguja y la punta de su lengua son iguales? ¿En qué sentido, por favor?
"En el comienzo fue un big-bang y fue caliente
revolver, revolver..."
-Ah, ya entiendo: esta canción no sólo habla de tonterías adolescentes y cosas cursis, como todas las canciones, sino que plantea... ¡una cosmogonía! Y aquí estamos en el Génesis.
"Sobre los títulos vi caer tu nombre
y reaccionés, reaccioné"
-Volvemos al autocine con esta nueva referencia audiovisual. Del comienzo de los tiempos a un autocine en Buenos Aires, vaya movida poética más arriesgada. Y aparece el sentido de la vista más como un privilegio de visionario que un simple presenciar un acontecimiento cualquiera.
"Solo Dios sabe que es el séptimo día
el abismo y la luna en el séptimo día
no descansaré..."
-Aquí vemos al Cerati profeta, visionario, iluminado, en todo su esplendor. El cantante de pop como un mensajero de Dios que, por otra parte, es churrísimo y tiene un peinado y una ropa muy chéveres, que hace suspirar a las chicas y tiene a generaciones enteras de muchachos posando de australes. "Sólo Dios sabe que es el séptimo día, pero yo también. Y Él podrá tomarse un descanso, pero Yo jamás, porque el mundo está muy mal (el abismo y la luna como antípodas de las alturas y el sol, todo en clave pseudo alquímica) y yo tengo que hacer algo".
"En este tiempo anfibio temo perderte
por volar, por volar."
-Ay, jueputa: perdón por caminar con los pies pegados al suelo. Eso me hace humano, no anfibio. Vete a volar otro ratico, que pareces sacado de un afiche de Led Zeppelin.
"El reino de los cielos
la llave del averno
es igual, es igual."
-Tomad nota, mortales: aquí la clave de la existencia, el misterio que ha consumido la vida de miles de sabios a través de los siglos. Toda la verdad acerca del más allá...
Yo pregunto: ¿quién se ocupa del más acá? Porque estas letras pseudo ocultistas, fantásticoides y megalomaníacas han hecho escuela a todo lo largo y ancho de Latinoamérica, de tal suerte que aún hoy la perniciosa influencia de Cerati nos tiene escribiendo letras incomprensibles para gente que no somos. He dicho.
-Domingo